QUASH presenta IA especializada que supera a GPT-5 en riesgo crediticio
Quash.ai afirma que su modelo Credy® 1.0 supera a los generalistas en precisión para evaluar riesgo crediticio.
Quash.ai anunció que su modelo especializado Credy® 1.0 superó a GPT-5 en una serie de pruebas aplicadas al análisis de riesgo crediticio, confirmando que la especialización de la inteligencia artificial ofrece ventajas críticas frente a modelos generalistas en el sector financiero.
En los ejercicios comparativos, Credy® 1.0 fue capaz de generar datos sintéticos, refinar su análisis con información adicional y entregar resultados validados por un científico de datos independiente en metodologías como el vintage por cosechas mensuales. GPT-5, en cambio, incurrió en errores conceptuales y gráficos incorrectos, lo que limitó su utilidad práctica.
“En riesgo crediticio, la precisión no es un lujo, es una necesidad”, afirmó Yoel Gavlovski, fundador y CEO de Quash.ai. “Los modelos generales pueden impresionar por su versatilidad, pero cuando se trata de decisiones que impactan millones de dólares y el acceso al crédito de las personas, la especialización marca la diferencia”.
Más allá de la precisión, Credy® 1.0 opera en un entorno cerrado, con protección de información sensible, auto-despliegue de modelos y herramientas para que equipos no técnicos realicen análisis complejos. Esto apunta a resolver dos retos clave en la región: privacidad y eficiencia operativa.
El contexto regional refuerza el hallazgo: según McKinsey, la adopción de IA generativa en la banca podría generar hasta 340 mil millones de dólares adicionales al año en ganancias globales. En América Latina, donde el ecosistema fintech ha crecido más de 4 000 % desde 2016, la capacidad de la IA para ampliar la inclusión financiera y reducir pérdidas es un factor determinante.
La demostración de Quash.ai plantea una conclusión estratégica: en un mercado donde los errores cuestan millones y las brechas de acceso al crédito persisten, la IA especializada en verticales críticos no solo es más precisa, sino que se perfila como un estándar para el futuro de las finanzas en América Latina.