Estados Unidos frena el Open Banking y enciende alarma en el sector Fintech
El regulador financiero abandona su propuesta clave para compartir datos; la FTA acusa retroceso en competencia e innovación.
El ecosistema fintech en Estados Unidos se enfrenta a un revés regulatorio inesperado. La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés) decidió retirar su propuesta de norma para implementar el Open Banking, desatando críticas inmediatas de parte de la Financial Technology Association (FTA), que representa a empresas tecnológicas del sector financiero.
La norma buscaba otorgar a los consumidores mayor control sobre sus datos bancarios, permitiéndoles compartir esta información con terceros de forma segura. Esto abría la puerta a una competencia más equitativa entre bancos tradicionales y nuevas fintechs, al tiempo que ofrecía a los usuarios acceso a herramientas modernas como apps de presupuestos, préstamos alternativos y mejores opciones de ahorro.
Para la FTA, la decisión del CFPB representa un retroceso en los esfuerzos por democratizar las finanzas. Desde su perspectiva, abandonar el marco de Open Banking consolida el poder de los grandes bancos —históricamente reticentes a compartir datos de sus clientes— y dificulta la entrada de nuevos competidores.
El golpe no es solo técnico, sino estratégico. Fintechs que dependen del acceso a datos bancarios para diseñar productos personalizados verán restringidas sus capacidades de innovación, mientras los consumidores podrían perder opciones que antes se consideraban inminentes.
Hasta ahora, la CFPB no ha explicado públicamente los motivos detrás del cambio, aunque se especula que responde a un reordenamiento de prioridades bajo nuevas presiones políticas y liderazgos internos.
En respuesta, la FTA confirmó que obtuvo autorización de una corte federal para intervenir en una demanda presentada por grupos bancarios que buscan bloquear la regulación. Su argumento: la CFPB no está defendiendo adecuadamente los intereses del ecosistema tecnológico financiero.
El futuro del Open Banking en EE. UU. entra así en una etapa incierta, mientras crece la tensión entre los impulsores de la innovación financiera y un entorno regulatorio que, por ahora, da señales de freno en lugar de avance.
Fuente: The Paypers