Bitcoin lidera el mercado cripto en México, pero memecoins y tokens móviles ganan terreno
Bitcoin concentró el 25.8% del volumen operado en México, pero Pi Network y Fartcoin revelan una diversificación en el perfil del inversionista cripto.
En el segundo trimestre de 2025, Bitcoin reafirmó su lugar como la criptomoneda más negociada en México, al concentrar el 25.8% del volumen total operado en la plataforma Bitget, según su más reciente estudio. Sin embargo, el dato más revelador no es que BTC conserve el liderazgo, sino el tipo de activos que lo escoltan.
Pi Network —un proyecto que aún no se lanza plenamente al mercado abierto— ocupa el segundo lugar (15.6%), superando a Ethereum (13.5%) y consolidándose como una apuesta popular entre quienes buscan esquemas de minería accesibles vía móvil. Le siguen Solana (7%) y Fartcoin (5.5%), una memecoin generada por inteligencia artificial, diseñada específicamente para captar la atención viral de las redes sociales.
La radiografía del mercado sugiere que el inversionista cripto mexicano ya no es exclusivamente un early adopter sofisticado ni un holder institucional. Es una base más amplia, diversa y propensa a explorar desde proyectos DeFi hasta monedas de tono satírico, con apuestas que mezclan especulación, cultura digital y experimentación tecnológica.
Inversión y narrativa: dos caras de un ecosistema en transformación
Aunque Bitcoin sigue captando capital —impulsado por su recuperación de más del 30% en el trimestre y su cierre histórico sobre los US $109,000—, la expansión de tokens alternativos revela un apetito creciente por activos con narrativas fuertes, ya sea por su promesa de descentralización accesible (como PI) o por su potencial de viralidad (como Fartcoin).
El crecimiento de Fartcoin, en particular, plantea preguntas relevantes: ¿es una señal de madurez y diversificación, o un síntoma de burbuja especulativa impulsada por redes sociales? Para Bitget, representa una evolución natural. “Los inversionistas combinan estrategias tradicionales con apuestas alineadas con las dinámicas de las redes sociales”, explicó Gildardo Herrera, director de estrategia para América Latina.
Este fenómeno también marca una transición de las criptomonedas como instrumentos exclusivamente financieros hacia activos con dimensiones culturales, comunicacionales y tecnológicas.
¿Qué significa para el ecosistema fintech de México?
El hecho de que activos emergentes como Pi Network y Ondo (1.5%) se encuentren en el top 10 sugiere que el mercado mexicano está expuesto a nuevas capas de sofisticación. Mientras algunos apuestan por monedas meme, otros se orientan a proyectos vinculados a finanzas tokenizadas, interoperabilidad (Chainlink) y nuevas infraestructuras de escalabilidad (SUI).
Esto obliga a los actores del ecosistema —desde exchanges hasta reguladores— a entender que el universo cripto ya no se limita a Bitcoin y Ethereum. Hoy abarca una pluralidad de propuestas que combinan código, comunidad y contexto. El reto es definir marcos regulatorios y educativos que acompañen esta complejidad sin frenar la innovación.