Banca mexicana encara 2026 con márgenes más estrechos y mayor sensibilidad al riesgo

Fitch anticipa menor rentabilidad, desaceleración crediticia y presiones políticas y macroeconómicas en un entorno de normalización.

La banca mexicana entra a 2026 con viento en contra

El nuevo diagnóstico de Fitch Ratings marca un giro en el tono sobre la banca mexicana: ya no se habla de utilidades récord ni de un ciclo expansivo; el sector entra a 2026 con un “entorno menos favorable”, caracterizado por márgenes financieros más comprimidos, menor crecimiento del crédito y un deterioro gradual de la calidad de activos, especialmente en consumo. No es un escenario de crisis, sino una normalización tras varios años de rentabilidad excepcional, pero más expuesta a riesgos políticos, fiscales y al desempeño del T-MEC.

La lectura se basa en el monitor de resultados al 3T-2025, donde la calificadora observa dos trimestres consecutivos de caída real en utilidades, presiones en el margen por el inicio del ciclo de recortes de Banxico y señales de enfriamiento económico que ya alcanzan a los indicadores de morosidad y originación.